Las aplicaciones móviles son cada día más populares entre los usuarios. Sin embargo, el hecho de que haya multitud de aplicaciones muy parecidas hace que sea más complicado destacar y llegar al consumidor. Por eso, es muy importante saber conquistarlo a través de diferentes formatos que podemos incluir en la ficha de nuestra app con el objetivo de que decida descargarla. La mayor parte de los vendedores de aplicaciones recurren al texto y a las imágenes, pero cada vez son más los que también incluyen vídeos.
Ejemplo de vídeo para app
Debemos tener en cuenta que la primera impresión que tiene el usuario cuando entra y ve el icono y los screenchots es fundamental. Pero no basta con ello. Es necesario lago más para seducirlo. En este sentido, los vídeos para apps son una excelente herramienta, ya que si una imagen vale más que mil palabras, un vídeo vale más que mil imágenes.
Los usuarios consumen cada vez más contenido audiovisual desde sus dispositivos móviles, por lo que este tipo de formato supone una poderosa arma de seducción a la que podemos sacar mucho provecho. Se trata de ofrecerles algo que les guste y, de paso, contar con una oportunidad más para persuadirles de que nuestra aplicación es justamente lo que están buscando. La idea es que puedan ver lo que ofrecemos a través de un vídeo funcional antes que realizar la descarga. Apostando siempre por vídeos explicativos más que por vídeos corporativos.
Vídeos para apps: factores que deben tenerse en cuenta para llegar al éxito:
1. Crea una buena historia
Lo primero que debemos tener claro son aquellos puntos que queremos resaltar a través del vídeo. Y una vez que sepamos cuáles serán las directrices a seguir, crearemos un storyboard con ellos.
2. Incluye información interesante
Es importante que en nuestro vídeo mostremos capturas de pantalla y que éstas sean lo más representativas posible. El objetivo es que al visualizar el vídeo de la app, el usuario tenga claro qué es lo que le ofreces. Si quieres, puedes incluir alguna melodía para animar las imágenes que se van mostrando.
3. Duración
La duración máxima de los vídeos para apps no debe ser inferior a los 15 segundos ni superar los 30 segundos. Te garantizamos que medio minuto es tiempo suficiente para informar al usuario sobre las ventajas de la aplicación y animarle a descagársela. Eso sí, recuerda que lo más impactante siempre debe aparecer al comienzo, por si acaso no mantenemos enganchado al usuario hasta el final.
4. Sin localización
Esto quiere decir que tus vídeos para apps deben mostrar las características de la aplicación de manera que tenga sentido para cualquier usuario que lo vea. Debido a que solamente podemos utilizar un idioma, es importante que sea lo más visual posible para que la mayor audiencia posible pueda hacerse una idea de cómo funciona.
5. Apuesta por la máxima calidad
Si quieres que el vídeo de tu app pueda visualizarse de manera óptima, la calidad de las imágenes debe ser lo más alta posible. Además, la imagen que muestres en el thunbnail antes de reproducir el vídeo debe ser lo más representativa posible.
6. Ten en cuenta las diferencias entre App Store y Google Play
Apple permite crear vídeos cortos válidos solamente para App Store. Sin embargo, Google Play propone que primero se suba al canal de Youtube de la marca y desde ahí se inserte el vídeo. Pero además, hay que tener en cuenta que, aunque las funciones de nuestra aplicación sean las mismas para ambos dispositivos, es recomendable subir el mismo vídeo a ambas tiendas. Esto tiene que ver con el dispositivo en el que se muestran las capturas de pantalla. Es extraño ver en App Store un Galaxy y en Google Play un iPhone. Por eso, es importante tener en cuenta el dispositivo con el que se graba el vídeo que, posteriormente, subiremos a la landing de la aplicación dentro de las tiendas de aplicaciones.